El ritual del tiempo compartido

Hugo Velazquez
5 min readMar 12, 2022

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La historia de cómo un desayuno gratis se convierte en una emboscada.

Via vecteezy

Las vacaciones, ese tiempo sagrado para descansar y divertirse en lugares nuevos que nos invitan a salir de la rutina. Dado que viajar está muy ligado con las vacaciones, obviamente existen negocios que buscan exprimir tu cartera lo más posible y es aquí donde entran los Tiempos Compartidos.

Los Tiempos Compartidos se resumen en membresías que te aseguran una estancia por X número de días al año en algún lugar turístico. Hay empresas globales que tienen convenios con hoteles alrededor del mundo, por lo que en teoría puedes usar tu membresía para hospedarte más fácil en diferentes países a través de los años. Suena bien, ¿No? Ahora imagínense que esa empresa les invita un desayuno buffet y les darán una tarjeta de regalo por $100 dólares si aceptan escuchar más al respecto. Por la anécdota, genuino interés y condiciones de nuestro hospedaje, aceptamos la invitación.

Esto ocurrió en Las Vegas, muy temprano teníamos que estar en un lobby donde descubrimos que durante el desayuno gratis estaríamos acompañados de una vendedora que nos iba a platicar sobre los Tiempos Compartidos. La señora se presentó de forma muy amable y nos hizo preguntas básicas tipo “¿Les gusta viajar?”, “¿Tienen algún pasatiempo?”, “¿A qué se dedican?”, etc. Era obvio que esa información la utilizaría para preparar su ángulo de ventas. A nuestro alrededor había muchas parejas de la 3ra edad y familias con hijos, su misión no sería tan fácil con un par de millenials en sus 30s.

Si la conversación no le aportaba información, rápidamente cambiaba la dirección de la plática, lo cual honestamente me molestaba, pero también entiendo que la vendedora no estaba ahí para hacer amigos, su trabajo era vender. Nos comentó que el Tiempo Compartido que estaba ofreciendo estaba ligado a un departamento en Las Vegas, así que afuera del restaurante ya se encontraba un chófer manejando un Cadillac de lujo para llevarnos al desarrollo inmobiliario.

El edificio se encontraba a unos pasos de un casino y contaba con una excelente vista al impresionante estadio de los Raiders. El interior del departamento era bastante normal para una pareja o familias pequeñas. Mientras nos daba el recorrido, no podía evitar hacer preguntas sobre el edificio y el funcionamiento de un Tiempo Compartido. Estoy consciente que entre más preguntas haga uno, significa que demuestras más interés por lo que están vendiendo. Estoy seguro que la vendedora no buscaba perder su tiempo con una pareja que claramente no pensaba comprar nada(como era nuestro caso)y uno tampoco busca pasar la mitad del día viendo algo que no va a comprar. Mi interés iba ligado a sus habilidades de venta y el modelo de negocio, hasta ese momento desconocía como funcionaban las empresas de ese giro, además que siempre se puede aprender algo de personas cuyo trabajo es persuadir a la gente, así que iba a llegar hasta el final.

Una vez de vuelta en el hotel y con varias preguntas de mi parte sin responder, nos presentaron a otra amable señora que punto por punto aclaró mis dudas y nos entregó un formato en donde aparecían los precios: $32mil dólares a pago único o diferido a 7 años (+ intereses) para ser dueño parcial del departamento. ¿Cómo funciona? Un cliente podría utilizar el departamento una semana al año o seleccionar algún destino asociado sin pagar dinero adicional. Además, cada año se le abonan puntos al cliente con los cuales puede buscar destinos para vacacionar adicionalmente a la semana incluida (si los puntos del cliente no son suficientes, se pueden comprar puntos para pagar la estancia).

Antes de que yo pudiera opinar sobre la oferta en la mesa, me dijeron que gracias a que los departamentos se encontraban en pre-venta, tenía derecho a un descuento adicional que nos reducía el pago único a $16mil dólares. Cabe señalar que encima hay un pago anual de mantenimiento y otros impuestos americanos volando por ahí. Para reforzar la oferta, llegó una persona con acento caribeño para intentar convencernos en español y mencionó que la empresa también tiene acuerdos con aerolíneas y cruceros.

Si ustedes llegaron a este punto del post, se preguntarán, ¿Y luego? ¿Lo compraron? Hay algo que no te dicen de los Tiempos Compartidos y es la disponibilidad. Algo que se menciona mucho entre los usuarios de estas membresías es lo complicado que es encontrar el destino que deseas en la temporada que quieres. Dado que funciona bajo oferta y demanda, entre más solicitado sea el destino, más puntos va a requerir y menos fechas habrá disponibles.

El pago único por el departamento es una ilusión, es un mero término de mercadotecnia. Al cliente no se le otorga ningún título sobre la propiedad, funciona como un pago de inscripción al programa solamente, dado que el “dueño parcial” no puede ir al departamento a menos que pague su cantidad de puntos correspondiente o use la semana que tiene asignada.

Era hora de terminar el show y vaya que los americanos saben como acabar un espectáculo. Una vez que le dijimos a la vendedora que no estábamos interesados, pasaron unos minutos de estire y afloje, pero finalmente se rindió. Después de unos minutos regresó con refuerzos para mostrarnos la nueva oferta: $10mil dólares el precio único, pero tras una rotunda negativa, daríamos paso al último acto.

Nos llevaron a otra oficina, en esta ocasión se trataba de una señora con acento sudamericano y una actitud condescendiente, se habían acabado los “buenos tratos” donde buscaban enamorarnos como clientes, esta etapa se reducía en “Si no lo compras, eres un idiota”. Tachó la oferta anterior y nos dijo “Les doy 2 departamentos por $5mil dólares”. Siguiendo claramente un guión muy teatral, nos hizo una presentación de los lugares que podríamos visitar y cuestionó de forma tajante cada una de las razones que le di para rechazar la oferta. Fue una manipulación de emociones muy cabrona por medio de una actuación donde le doy un aplauso de pie a la señora por ejecutar su papel a la perfección. Al darle mi última negativa, se limitó a llamarme de forma sutil “codo” y darnos finalmente la tarjeta de regalo de $100 dólares.

Es un ritual de ventas muy curioso donde por desgracia mucha gente acepta sin entender muy bien el proceso. Estoy seguro que hay maneras de sacarle jugo a la membresía, pero basta con darse una vuelta por las reseñas de varias empresas que se dedican a este negocio para ver olas y olas de comentarios negativos. Incluso hay abogados en Estados Unidos que se dedican a cancelar membresías, dado que no es nada sencillo deshacerse de un tiempo compartido.

Los $100 dólares nos ajustaron para el desayuno+comida y una partida de Mini-Golf, eso valen 4 horas de mi tiempo en vacaciones.

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